Para un japonés acudir a los onsen, los baños termales naturales, es una experiencia imprescindible, experiencia que se convierte en única a la vez que inolvidable para un viajero occidental. Sin embargo hay que tener cuidado y conocer bien las diferencias y normas entre los distintos baños que puedes encontrar, ya que aunque parecidos no son exactamenten iguales.
Onsen, Ofuro y Sento: diferencias
A prirori no son lo mismo aunque muchos hoteles, spas y casas de baños los ofrecen sin distinción para conseguir más clientela ya que la confusión puede ser fácil para alguien que no conoce bien la cultura japonesa. En todos te puedes bañar y relajarte pero las diferencias, aunque pequeñas, son claras.
Los Ofuro son bañeras grandes de las casas particulares o privadas, pero que no se encuentran en la misma habitación que el lavabo y el inodoro como en occidente. La razón es que no es un elemento para el aseo sino una zona para relajarse o socializar con la familia o invitados. Por este motivo suele haber otra zona para asearse o ducharse antes de entrar en el ofuro, ya que el agua debe permanecer limpia. En el caso de los ofuro lo habitual es usarlo por la noche, antes de cenar o dormir.
Cuando los ofuro no son pariculares sino que son comunitarios, es decir, instalaciones para baños públicos o comunitarios, como lo eran las termas romanas, se les llama Sento. Las normas son las mismas puesto que la única diferencia es que no son privados.
A diferencia de los sento, que son baños públicos con agua corriente calentada, los onsen son baños volcánicos geotermales naturales, cuya agua debe contener al menos uno de los 19 elementos químicos designados por el gobierno y tener una temperatura mínima de 25ºC para que puedan ser considerados como onsen.
Esta temperatura del agua hace que sea una experiencia que puedes prácticar casi todo el año, aunque en invierno haya que ser más valiente la satisfacción y sensación es mucho mayor. Algunos Onsen pueden llegar a superar los 40º, por lo que ten cuidado antes de entrar, si ves un grifo o una jarra con agua fría es para rebajar la temperatura y evitar quemaduras, no dudes en usarlo si tienes dudas.
Origen de la tradición
Para el Sintoísmo, antigua religión originaria del Japón, la purificación del cuerpo y espíritu a través del agua es una práctica ceremonial llena de rituales, y uno de ellos es bañarse desnudo, algo que para algunos occidentales puede resultar embarazoso, pero el pudor se pierde pronto al contemplar la naturalidad que muestran los propios japoneses.
Un onsen es el equivalente japonés a la sauna en los países nórdicos: un lugar donde relajarse y conversar, un lugar ideal para hacer nuevos amigos y descubrir la magnífica y tan diferente forma de pensar y de vivir que tienen los japoneses, así que disfruta cuando un japonés te de conversación.
Qué debes conocer para no equivocarte
Cuando acudas a un onsen japonés lo mejor es fijarte en lo que hacen los demás y hacer lo mismo que ellos. Por ejemplo la pequeña toalla que te dan (llamada «toalla de la verguenza» porque sirve para tapar tus partes intímas mientras vas de la zona de aseo a la zona de baño), una vez en el agua se pone encima de la cabeza, nunca debes introducirla en el agua y seguir tapándote.
Cuando hablamos de estos balnearios hay que tener en cuenta varias cosas para no ofender a sus dueños y al resto de usuarios, la principal es saber que la finalidad del onsen es la relajación y no la higiene por lo que hay que ducharse a conciencia antes de entrar todo el cuerpo. Así mismo evita gritar, hablar alto o salpicar, recuerda que es para relajarse, y en caso de socializar habla con un tono bajo para no molestar a quienes no están en la conversación.
Otra norma que puede resultar chocante para los viajeros occidentales es que en algunos onsen puede darse que si tienes un tatuaje o un piercing no te dejen entrar, por lo que es conveniente, si luces alguna de estas modas el consultar antes de reservar.
Una de las precauciones que hay que tomar después de tomar un baño en un onsen es la de hidratarse pues debido a la temperatura y las propiedades minerales, una sesión de 30 minutos equivale a correr 1.000 metros a toda velocidad. Nada mejor que tomar mucha agua mineral y un té con su correspondiente ceremonia divisando el impresionante monte Fuji para complementar la sensación de total relajación que proporciona el baño geotermal.
Por supuesto si el agua está muy caliente y empiezas a sentir mareo sal del agua y espera a volver a entrar. No se trata de estar mucho rato, sino de disfrutar el momento. A veces con unos pocos minutos es suficiente.
Qué onsen elegir
En este punto ya depende de los gustos de cada uno. Los tienes más escondidos e intimos con apenas capacidad de personas y los tienes más grandes y populares; pero casi todos ellos con el estilo cultural de este país. Muchos de ellos se encuentran en hoteles o «Ryokan» (alojamientos tradicionales de Japón y que también supone una experiencia única que hay que experimentar), por lo que la comodidad es mayor. En estos ryokan suele haber tanto ofuro en su interior como onsen en el exterior.
En Japón existen más de 25.000 onsen, por lo que, aunque es una tradición casi desconocida para los viajeros extranjeros, es fácil dar con uno que sea auténtico y tradicional, que para nosotros es lo mas recomendado para que la experiencia sea más auténtica.
Entre los más famosos están el Onsen de Dogo, considerado uno de los más antiguos de Japón, Kusatsu Onsen, un pueblo balneario muy famoso en todo Japón, Hondai Onsen, Nyuto Onsen, conocido por su agua blanca, el onsen de Kawauchi o el Onsen de Minara. Pero cualquier otro que podáis encontrar durante vuestro viaje es suficiene para disfrutar de esta tradición japonesa.
Si viajas a Japón no dejes escapar la oportunidad de bañarte en un Onsen, y por qué no también en un Sento y ver las diferencias. Ambas merecen la pena.
